Desde hace un tiempo, muchas estrategias de marketing comenzaron a centrarse en Instagram como su primer canal. Algunos vieron la llegada de los reels como el golpe en la mesa con el que el grupo Facebook buscaba ponerle un alto a TikTok (así como antes hizo con las stories, el as de Snapchat).
Entonces surgió la pregunta: ¿es momento de que las estrategias de marketing sean sólo para Instagram?
De acuerdo con Statista, portal que comparte datos de estudios de mercado y de opinión, indicadores económicos y estadísticas, durante el último par de años Instagram fue la segunda red social con mayor inversión por parte de los jefes de marketing.
Pero Reino Unido tiene un dato relevante, y es que durante esos mismos años, 2019 y 2020, el tiempo diario dedicado a todas las aplicaciones de Facebook se redujo de 36 a 29 minutos en dicha zona.
Esa reducción de 7 minutos podría no resultar interesante, pero Reino Unido suele ser cabeza de lanza en tendencias; es decir, lo que sucede allá suele repetirse en otros mercados. Y lo más preocupante es que la red social de la camarita fue una de las más abandonadas.
Si las cosas no podían verse peor, en ese mismo lapso el alcance de Instagram en teléfonos iPhone cayó en 18 puntos.
Esto no implica el fin de Instagram ni muchos menos. Cifras de Ofcom la colocan en la sexta posición entre las 10 aplicaciones principales clasificadas por el tiempo dedicado y el porcentaje de la población adulta que las utiliza (YouTube es la primera).
Sin embargo, sí nos dicta una cosa clara: las aguas están para avanzar con precaución. La llegada de los reels puede darle un nuevo impulso a Instagram y reposicionarla como la consentida, pero mientras tenga este proceso de aprendizaje con el algoritmo y la transición del comportamiento de los usuarios, nada está seguro.
